lunes, 15 de octubre de 2007

LA ANACONDA

Las anacondas pertenecen a la familia de las boas. Es la serpiente más grande del mundo, puede llegar a medir 10 metros, aunque se ha exagerado mucho sobre su tamaño, rara vez pasan los 10 metros.
Se trata de una serpiente no venenosa, constrictora, es decir, que mata a sus presas por asfixia.

La anaconda vive dentro del agua, lo que la ayuda a sobrellevar su enorme estructura; pero también pasa mucho tiempo en tierra y en los árboles. Puede permanecer bajo el agua durante largos períodos y, algunas veces, duerme enroscada en el fondo de un río o una poza.


En el siguiente video podéis ver el ataque de una anaconda:



Como el cocodrilo, permanece sumergida en el agua con sólo la cabeza afuera, hasta que un incauto animal llega a beber a la orilla, entonces, es cuando se avalanza sobre él, se enrrosca en su cuerpo y oyendo el latido del corazón de su presa, coordina sus bombeos del corazón de la víctima con los apretones, apretando cada vez más fuerte, hasta que el corazón de la presa se debilita y muere.

En el siguiente video podéis ver como una anaconda puede desencajar la mandíbula para engullir a su presa:



Entonces la serpiente desarticula sus mandíbulas y engulle. Mediante este proceso el hueso maxilar queda desarticulado, sólo sostenido por una faja elástica, y la serpiente puede engullir un trozo de carne mucho más grande que el contorno de su pescuezo.

La digestión puede durar varios días, o incluso un mes entero.Una vez que ha comido se retira a dormir y pocas veces se mueve hasta que no ha digerido lo que ha engullido y vuelve ha sentir hambre.


Son animales poiquilotermos, es decir, que no regulan su temperatura interna; ésta es la principal diferencia con las aves y los mamíferos, que sí pueden realizar este proceso y son llamados de "sangre caliente" Por esta razón, las anacondas pasan varias horas al sol o a la sombra, de acuerdo a la temperatura ambiente, para modificar su temperatura corporal. En tiempos templados o fríos, hibernan o se hallan en estado de letargo.

De reproducción ovovivípara, las anacondas alumbran una gran cantidad de crías que pueden llegar a ser más de cincuenta y que, cuando nacen, miden ya cerca de un metro.